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domingo, 4 de junio de 2017

Excusas para no incorporar el Software Libre en tu organización


Habitualmente escuchamos argumentos en pro y en contra de la implantación de software libre en las Organizaciones (sean privadas o públicas) y en sus Centros de Proceso de Datos. A pesar de la gran experiencia que existe en el uso de este tipo de software en Instituciones que gestionan sistemas con cierta criticidad (en cuanto a número de usuarios, marca y prestigio profesional, exigencia de disponibilidad, . . .) y de los casos de éxito de los procesos de migración a estas tecnologías, el rechazo a utilizar estos productos y a la creación de entornos tecnológicos soberanos sigue predominando entre los equipos de soporte de las TIC.

Exponemos aquí algunas de las razones mas utilizadas que, en teoría, justificarían este rechazo:

1) Con el software libre no es posible alcanzar el mismo rendimiento y productividad que con el software cerrado. Quizás algunos desconozcan (por poner algún ejemplo) que 485 de las supercomputadoras más potentes del mundo utilizan como Sistema Operativo Software libre (GNU/Linux); c omo también que la gran mayoría de software propietario/ cerrado , esta basado en el software libre, y se aprovecha de éste para comercializar su producto.

2) No existe soporte ante problemas e incidentes al cuál recurrir que pueda dar solución en tiempo y forma. Sin embargo, al utilizar Software Libre, cualquier empresa especializada puede ofrecer dicho soporte rompiendo el monopolio de los casos en los que sólo una compañía conoce la tecnología; evidentemente hay que tener un contrato de soporte con alguna de esas empresas; al igual que se tiene para los productos no libres con los fabricantes de esos productos . Además, en algunas ocasiones, hemos sufrido momentos de caídas o de degradación de rendimiento de los sistemas ( que soportan aplicaciones críticas por alta exigencia de disponibilidad) y, al requerir el soporte del fabricante (utilizando el magnífico contrato del que se disponía) , hemos sido conducidos por un rosario de grupos de escalado (local, nacional,… ) hasta llegar a lo que llaman laboratorio, bien por que no entienden tu criticidad o bien por que su desempeño del trabajo les fuerza a intentar resolver el conflicto en ese nivel, con el resultado de dilatar la resolución del problema.

Si el software no es libre no tenemos acceso al código fuente. Nadie salvo el fabricante puede acceder a él y, como todo software, no esta libre de fallos, pero no se puede estudiar y descubrir.

3) Los productos libres vienen de la evolución de trabajos de fin de carrera de estudiantes universitarios y no tienen el rigor y consistencia que se requiere en las organizaciones que nos dedicamos a La Producción; se dice: “Esto es serio y no podemos dejar que lo gestione un software cualquiera”.

La actividad desarrollada entorno al sw libre y las posiciones favorables hacia su uso suelen estar en personal próximo al periodo universitario; y esto se asocia con inexperiencia, falta de responsabilidad de negocio, investigación, prueba y error, bugs en los productos, etc.

Parece como si el software libre tuviera sus adeptos en personas inquietas de perfil joven, algo así como que la edad nos va haciendo más conservadores y admitimos que la innovación debe alejarse de la producción.

Quien piense esto no debería viajar en avión, nada más serio que tu propia vida y la de los tuyos. La mayoría de las compañías aéreas, al igual que la flota de submarinos nucleares de Estados Unidos utilizan Software Libre para el gobierno de sus sistemas. Parece que ‘Sí que dan de sí los trabajos de fin de carrera’. El software cerrado como puede ser el S.O. Windows puede ocultar puertas traseras a las agencias de seguridad, o permitir ataques como el de WannaCry del pasado 12 de mayo de 2017. En Abril de 2017 el grupo de hacker Shadow Brokers desveló una practica utilizada por la NSA, y Microsoft ha tenido que sacar parches para tapar esos fallos de seguridad que se han desvelado y que la NSA ha estado utilizando durante más de dos años.

https://elchapuzasinformatico.com/2017/04/microsoft-parchea-los-fallos-seguridad-windows-aprovechados-la-nsa/

El software libre dispone de una comunidad de personal técnico que trabaja para evolucionar el producto que ya quisieran para sí las grandes empresas que proporcionan software privativo.

4) Al trabajar con un software cerrado, el personal técnico y su responsable se sienten protegidos por la marca comercial de dicho software; de tal modo que cualquier fallo, que afecte a la disponibilidad de los sistemas, diluye la responsabilidad entre la dirección de la organización y la marca del software. Sin embargo, en el caso de las soluciones libres, toda la responsabilidad recae en la persona que tomó la decisión de su instalación y en el equipo de trabajo que da el soporte a esa tecnología.

El día 13 de mayo del 2017, un día después del ataque de WannaCry, se cifraba en más de 130 M € los costes provocados por dicho ataque, pero esto quedó rápidamente desfasado. La cola provocada por el ataque informático en el puerto de Algeciras duró 2 días (¿qué coste tiene esto?); empresas automovilísticas y de las TIC cerraron sus factorías u ordenaron apagar los ordenadores a sus trabajadores.

5) Cuando las organizaciones son grandes y llevan años de trabajo, los productos software cerrado también lo son; el personal técnico lleva años de experiencia con esos productos, tienen cierta confianza en su estabilidad y rendimiento (o están cómodos con el grado de confianza y rendimiento alcanzado); y por tanto, existe un protocolo (intangible) entre fabricante y cliente que garantiza el funcionamiento (sea malo, mejorable o bueno). Esto da seguridad al equipo técnico de la organización. Si señor, con esta visión aún estaríamos utilizando máquinas de escribir y diseñando a mano. La evolución tecnológica es inevitable y resulta un error grosero escudarse en el Software Libre para no contemplar la inevitable resistencia al cambio que todos tenemos.

6) La instalación de un nuevo software en una organización (y en general de cualquier tecnología), supone una alteración de las condiciones de funcionamiento y conductas establecidas; y esto puede suponer la llegada de ‘fantasmas’ en forma de amenazas hacia el equipo que ofrece el soporte tecnológico en la organización. Se necesitarán nuevas capacidades que deberán adquirirse con formación al equipo existente, o con otras personas que las incorporen.

“Nadie puede llegar (de fuera) y decirnos cómo debemos hacer las cosas, cuando llevamos tantos años manteniendo un alto nivel de operaciones”. Pero estas nuevas capacidades serán necesarias en cualquier evolución tecnológica, no hay más que observar en perspectiva y analizar los cambios en los que nos hemos visto inmersos, o ¿es que manejamos actualmente los mismos entornos tecnológicos que hace 15 años? Hemos pasado del servidor físico a la virtualización de servidores, y ahora se está trabajando en las soluciones hiperconvergentes; todo ello gracias a productos libres.

7) “No existe ahorro”; quizá al contrario, para implantar entornos de software libre se necesitará inversión y trabajos en los sistemas actuales, por lo menos a corto plazo.

“El software cerrado no lo puedo desinstalar”, debe coexistir durante algún tiempo con el libre, por lo que además del anterior, tendré el nuevo para realizar la misma función. Además de los trabajos de implantación de dicho software en los sistemas en producción, los trabajos de migración, formación, etc. En términos económicos, no existe ahorro, lo que existe es transformación de gasto en inversión. Gasto de adquisición de licencias que se puede invertir en asistencia para la instalación, soporte y formación de los productos tecnológicos; así como para la construcción de soluciones de negocio basadas en ese s oft w are libre . Además de la mejora del tejido productivo local, provocando un cambio del modelo productivo en el sector TIC .

8) “Yo lo valgo”: Si mi trabajo es crítico y estoy poniendo todo mi empeño en resolverlo, que menos que la organización se gaste algo de dinero (comprando software cerrado, el que haga falta) en mantener el nivel operativo que tenemos. Como si el gasto que hace la organización en nuestras herramientas de trabajo fuera un indicador del prestigio profesional y laboral que se tiene. Como si no hubiera que romper las visiones egocéntricas en cualquiera de los ámbitos de una organización.

9) Existe un abanico muy amplio de productos que ofrecen las mismas soluciones. Esta cartera de productos sigue creciendo a un ritmo que es imposible de seguir sin la existencia de un observatorio tecnológico especializado.

Aquí hemos de dejar de hablar por un momento de software Libre o cerrado y hablar sencillamente de Tecnología y ser conscientes de que lo que hoy es novedoso, mañana puede estar obsoleto. La carrera tecnológica es una realidad incontestable, y aquellas organizaciones donde las TIC ocupen un lugar esencial y no se ocupen de realizar una correcta vigilancia tecnológica, corren el riesgo de ir siempre a remolque. Afortunadamente, no podemos evitar la rápida evolución tecnológica.

10) Una falacia que ha hecho mucho daño al desarrollo y utilización del software libre es que no tiene coste. Nunca he visto un balance coste-beneficio comparativo entre un software cerrado y su equivalente libre; teniendo en cuenta todos los factores que deben intervenir en dicho balance: formación de usuarios, trabajos de instalación, soporte y mantenimiento, servicios de actualizaciones de versiones (¿cuánto habrá costado la instalación del parche de windows en el caso del WannaCry?), . . . y otros intangibles que fortalecen a la organización, como son la transformación en una corporación con soberanía tecnológica, el poder establecer alianzas de futuro con empresas locales que mejoren o soporten el oftware, la mejora del tejido productivo, etc.

Hemos hablado de los parches de windows en relación al WannaCry. ¿Alguien certifica la seguridad total de esos parches? ¿Cómo podemos saber que no siguen existiendo otras puertas traseras? Lo que es inconcebible, es que tras este ciberataque, las organizaciones no estén migrando a soluciones seguras.

11) La excusa de los usuarios. En general, los usuarios están formados en tecnologías propietarias; bastante tienen con realizar las tareas del negocio como para pedirles que cambien de tecnología. Es posible que la nueva tecnología realice más funcionalidades (y más interesantes) que el software cerrado; pero en el software libre, es suficiente que una funcionalidad no se contemple de forma inmediata o directa para que produzca rechazo y provoque levantamientos laborales. Nada que no se pueda solventar con una correcta formación y soporte a los usuarios, algo que además debería asegurarse indistintamente del tipo de tecnología (cerrada o abierta) que se utilice. Típica reacción al cambio, quizá ocurriría lo mismo si ese cambio no fuera hacia productos sw libre.

CONCLUSIÓN

Quizá como profesionales de la informática, lo que podríamos concluir es que existen dos tipos de software: Software bueno y Software malo, y que de ambos tipos te puedes encontrar soluciones libres y abiertas o privativas y cerradas. Eso sí, al menos las soluciones libres puedes auditarlas y estudiar su grado de bondad; además de otros beneficios comentados anteriormente.

Cosas que tiene la apuesta por la Soberanía Tecnológica.

Juan López Vilaplana @JuanLopezVi

Gabriel Carrión Rico @GabrielCarrionR

Fuente: https://blog.gvsig.org/2017/05/23/excusas-para-no-incorporar-el-software-libre-en-tu-organizacion/

Ciberataque mundial, GNU/Linux y Software Libre


Estamos a unos días del ciberataque que ha afectado a centros de salud, empresas, y distintos organismos de más de 150 países. Días con sus noches en que el personal directivo de bastantes servicios TICs no ha dormido con tranquilidad. En la era de la internet de las cosas, de los coches con ordenador a bordo, y de una tecnologización de la vida privada que a ratos nos convierte más en cyborgs que en seres humanos, es patente que cada vez somos más dependientes del software. 

En esta ocasión, la dosis de malware se denomina «WannaCry» («quiero llorar»), afecta a equipos con distintas versiones del sistema operativo Windows, y se propaga entre ordenadores aprovechando una vulnerabilidad en aquellos casos en que no tengan instalado un «parche» que Microsoft publicó a mitad de marzo. 

Una pregunta que surge es: dado que todos los equipos con GNU/Linux o macOS no han sido afectados, ¿quiere decir esto que si a futuro no tenemos Windows estaremos completamente a salvo? La respuesta es no. La seguridad es un proceso, no un producto final, y es imposible que esté garantizada al 100%; en los programas van encontrándose fallos de seguridad, y ante un agujero descubierto (bien por «los buenos» o por «los malos»), la probabilidad de ser vulnerable depende en gran parte de dos tiempos: el que se tarde en desarrollar el parche o código que corrija ese agujero, y el que se tarde en aplicar el mismo en un equipo potencialmente afectado. 

Examinemos el factor del acceso universal al código fuente, propio de las licencias de software libre. La cuestión es: si hay más ojos que pueden leer el código encontrando fallos (para bien o para mal) y corrigiéndolos, ¿inclina esto la balanza hacia algún lado? Respuesta negativa. Todo dependerá del nivel de actividad de la entidad que está detrás de cada programa, sea una comunidad, una empresa o una persona, y específicamente del tiempo que dedique a mejorar el código y publicar las nuevas versiones corregidas, que además habrán de ser instaladas en los puestos vulnerables. 

Aun con estas premisas, entrando a valorar las razones por las que los equipos con GNU/Linux y OS X tienen menos riesgo, se constata en primer lugar que a pesar de haber software malicioso para estos sistemas [https://goo.gl/dAuZP6], la estadística empírica de vulnerabilidades que se han propagado y les ha afectado de forma masiva ha sido hasta la fecha muchísimo menor. Por una parte, porque al estar menos extendido su uso, los crackers prefieren centrarse en plataformas con mayor impacto potencial. Pero otra razón no desdeñable es que la arquitectura Linux o Unix, a diferencia de Windows, se ha basado desde hace más de cuatro décadas en construir sistemas formados por piezas pequeñas y autónomas que interactúan entre sí, pero que no tienen un grado de dependencia tal que si falla una parte es más probable que todo el sistema en su conjunto se vea comprometido. 

Otro argumento significativo de la seguridad de GNU/Linux en relación a los programas cerrados como Windows o macOS es que en las distribuciones de dicho sistema operativo no sería concebible la existencia de un software diseñado por el fabricante que lleve a cabo funcionalidades maliciosas ocultas (ej. control remoto, transferencia no autorizada de datos), pues sería detectado y corregido en poco tiempo. 

En cualquier caso, a día de hoy resulta sorprendente y triste –WannaCry– que las entidades y administraciones públicas tengan en general un alto grado de parálisis ante la posibilidad de apostar seriamente por el software libre en general, y por GNU/Linux en particular, diseñando planes estratégicos específicos y asignando los recursos necesarios. 

Es una alternativa conveniente por el factor seguridad y, de forma más amplia, por la soberanía tecnológica que evita la dependencia tecnológica hacia terceros. Pero también por el factor económico. El software es una fuente enorme de riqueza, y no es casual que de ahí provenga la fortuna de cuatro de las siete personas más ricas del planeta [https://goo.gl/iZ10pQ]. Una migración progresiva hacia el software libre tendría a medio/largo plazo consecuencias positivas para cada región local, pues cambiaría el movimiento de flujos de capital de modo que en lugar de ir hacia multinacionales externas a través de países que pagan bajos impuestos como Irlanda, redundaría en más oportunidades de empleo a nivel local, y en una distribución de la riqueza más horizontal a nivel global. 

Finalmente, hay otra razón para apostar en mayúsculas por el software libre: su carácter intrínseco de riqueza común («commons»), al ser una herramienta de conocimiento abierta de forma universal de forma semejante a la Wikipedia, y el hecho de que a futuro, para las generaciones venideras, sólo tiene un camino: el de la mejora continua.

* José Daniel Gutiérrez Porset es Profesor de Ingeniería de Comunicaciones de la UPV/EHU 

Fuente: http://www.naiz.eus/eu/iritzia/articulos/ciberataque-mundial-gnu-linux-y-software-libre

El Sistemas de Información Geográfica gvSIG


El director general de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Vicente Aguiló, y Álvaro Anguix, director general de la Asociación gvSIG, recogieron el primer premio que reconoce a gvSIG como el mejor proyecto europeo en la categoría de Solución Transfronteriza de software libre, que ha otorgado la Comisión Europea al proyecto de información geográfica gvSIG, en la primera edición de los Sharing & Reuse Awards.

El proyecto gvSIG es un software libre basado en la tecnología geospacial y permite integrar la componente geográfica en los sistemas de información de la Generalitat y de otras organizaciones.

El proyecto ofrece la posibilidad de utilizar datos espaciales para mejorar todo tipo de procesos y aplicaciones. Actualmente, gvSIG integra los servicios de Google Maps, Google Earth y Bing dentro de la plataforma para poder acceder a cartografía de todo el mundo desde una única aplicación. La Comisión ha premiado a gvSIG porque permite el desarrollo económico mediante la especialización tecnológica en un sector emergente como el de la Geolocalización. Se trata de un software que puede integrar la información geográfica con distintos fines y ser utilizado en cualquier sector productivo, más allá de nuestras fronteras y de las de la propia UE.

Los datos territoriales abiertos destacan por su capacidad de generar el cambio de modelo productivo que necesita la Comunitat, ya que la información geográfica puede revolucionar los sectores más tradicionales si se aplica a los servicios y los modelos de negocio.

El proyecto gvSIG cuenta con miles de usuarios en todo el mundo, que pueden gestionar su información geoespacial sin limitaciones de uso y libre de licencias, habiéndose sido descargado gratuitamente desde 160 países y estando disponible en más de 30 idiomas.

La Asociación gvSIG ha seguido evolucionando hasta convertirse en la mayor red de profesionales en geomática libre que existe en el mundo.

Fuente: http://www.lasprovincias.es/comunitat/201704/25/premio-europeo-software-libre-20170424235027-v.html


Software libre registra un "boom" en América Latina


Cada vez más fuertes. El software libre, o de código abierto, registra un "crecimiento exponencial" en las empresas en América Latina, señaló Ricardo Pedroza, director para la Región Andina, Centroamérica y el Caribe de RedHat, compañía líder en el mundo en la distribución de software gratuito.

"El mercado latinoamericano está optando por este modelo de una manera sistemática y agresiva. Lo está viendo como una opción de flexibilidad", dijo en una entrevista con Efe.

El software libre es, según GNU, aquel "que respeta la libertad de los usuarios y la comunidad". "A grandes rasgos, significa que los usuarios tienen la libertad de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, modificar y mejorar el software", explica la organización. Estas características hacen que sea atractiva para las compañías.

"Por un lado, la flexibilidad y el hecho de que quienes vean el problema están muy cerca de quienes hacen las soluciones. Por el otro, la agilidad y sobre todo la innovación", agregó Pedroza.

Precisó que "la comunidad de software libre puede contar, en promedio, con un millón de desarrolladores que todo el día están creando". Además, esto no implica gastos de lincenciamiento, ya que los desarrollos son "libres, gratuitos y están disponibles para todos".

Por el contrario, "las compañías que desarrollan software propietario (bajo licencia) cuentan solo con unos 70.000". Además, las emrpesas "terminan amarradas con pagos muy altos y no les da la posibilidad de utilizar esos recursos donde los quisieran utilizar".

Por ello, el representante de RedHat señaaló que el código abierto "hace posibles las ideas de negocio con un índice elevado de éxito" y resaltó su uso en los emprendimientos debido a sus costos "más reducidos".

El experto citó los casos de las compañías como Avianca, Pdvsa o el Banco Itaú como ejemplos de empresas que usan software libre. Resaltó "el caso de crecimiento excepcional" a Centroamérica, donde su uso ha crecido rápidamente.

Estas empresas, afirma Pedroza, "han apostado por el código abierto para gestionar sus datos". Avianca, explica, "está haciendo un tránsito exitoso al código abierto". Entre los gobiernos que usan el código abierto, mencionó a Ecuador, Venezuela, Colombia y, en específico, la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina.

"El mundo empresarial vive un reto importante: si voy a correr algún aplicativo del que depende mi negocio, tengo que darle tranquilidad a mi organización de que hay alguien que me da soporte técnico que cumple con estándares de seguridad y homologaciones", concluyó el experto sobre las empresas que quieran empezar a competir y sumarse a esta tendencia tecnológica.


viernes, 14 de abril de 2017

Software Libre y Open Source, y de cómo las licencias lo atan todo


¿Es lo mismo Open Source que software libre? ¿Es lo mismo código abierto que Software Libre? Mucha gente confunde estos términos como si fuesen sinónimos, cuando lo cierto es que depende del contexto en el que se usen para tomarlos como tales. Así, utilizar open source en minúscula cuando escribimos en español no es más que un anglicismo mal empleado, mientras que hacerlo en mayúscula nos remite a la Open Source Initiative, la organización dedicada a la defensa y promoción del software de código abierto. Por otra parte, Open Source y software libre sí tienen mucho que ver, pues ambos casos y salvo alguna excepción muy particular se refieren al software publicado bajo licencias libres compatibles; pero Open Source y Software Libre se distancian un trecho, siendo el segundo un término que trasciende el aspecto técnico, significándose en movimiento social.

El movimiento del Software Libre, de hecho, fue el pionero. Ideado por Richard Stallman, se basa en cuatro libertades esenciales:

0. Libertad de usar el programa, con cualquier propósito (uso).
1. Libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo a las propias necesidades (estudio).
2. Libertad de distribuir copias del programa, con lo cual se puede ayudar a otros usuarios (distribución).e
3. Libertad de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie (mejora).

Las libertades 1 y 3 requieren acceso al código fuente porque estudiar y modificar software sin su código fuente es muy poco viable.

A partir de esas libertades surgieron licencias para garantizar su cumplimiento y protección legales, y a organizaciones como el proyecto GNU o Free Software Foundation se unieron otras como la mencionada Open Source Initiative, en constante liza a causa del enfrentamiento entre ideología social y pragmatismo tecnológico, que finalmente ha sido el factor dominante. Sin Richard Stallman y el movimiento del Software Libre nada de esto hubiese existido tal y como lo conocemos, pero sin las empresas y la concreción del Open Source nunca se hubiese llegado tan lejos.

Lo verdaderamente importante en todo este asunto, sin embargo, es que tanto software libre, software de código abierto u Open Source, son iguales en su función práctica, esto es, los términos para referirse a algo pueden ser mil, cada uno con sus propios matices, pero lo que de verdad vale en el mundo real son las licencias: es lo único que garantiza consideraciones legales. Otro error común a este respecto es hablar de software libre y software propietario, ya que con la retorcida excepción del dominio público, todo el software tiene “propietario”, sea libre o no, sea gratis o no; y es que otorgar libertades no menoscaba la atribución del autor o autores o el derecho a cobrar por su trabajo. Por eso el término software privativo es más adecuado, porque priva de libertades al usuario.

Esta pequeña gran introducción es importante para comprender mejor las vicisitudes del software libre o de código abierto a lo largo de su historia, pues aunque Richard Stallman le dio forma al fondo, la tendencia de compartir venía de mucho antes. Stallman la vivió, y fue precisamente el desconcierto ante el cambio de paradigma el que motivó todas las iniciativas que impulsa va camino de 35 años. Stallman no entendió entonces por qué compartir programas pasaba a ser un delito, o por qué el código de los mismos se ofuscaba en archivos binarios. Años más tarde, un universitario finlandés llamado Linus Torvalds crearía Linux, el núcleo que le faltaba al sistema operativo que el proyecto GNU llevaba desarrollando durante todo ese tiempo, y, como se suele decir, el resto es historia. Una historia de éxito, cabe añadir, que no fue posible sin una vuelta de tuerca al concepto que contentase al sector corporativo: lo que ahora conocemos como Open Source; y sin mucho otros apoyos e iniciativas.

A día de hoy Software Libre y Open Source conviven en relativa armonía: las comunidades y organizaciones del primer grupo no renuncian a sus principios, y las organizaciones del segundo no renuncian a las ventajas competitivas que les aporta un modelo de desarrollo que se ha probado como más eficiente. El mejor ejemplo es el de GNU/Linux y el entorno que lo rodea, formado por centeneras de proyecto independientes entre sí pero ligados a un mismo fin, donde hay quien colabora de manera desinteresada, y donde hay quien se dedica a ello de manera profesional. En último término ambos contribuyen al mismo fin, dado que es la licencia que aplique cada uno a su obra lo que determinará las libertades y obligaciones bajo las cuales la distribuye.

Y por supuesto, no hay que confundir nunca Open Source o código abierto con acceso al código para ver, pero no para tocar y reutilizar. Por eso son las licencias las que lo atan todo y no un mero término o un sesudo concepto, por muy populares que sean.

Fuente: http://www.muycomputerpro.com/2017/03/31/software-libre-open-source-licencias

sábado, 1 de octubre de 2016

Software libre: una fuente abierta en favor de lo público


Son buenos tiempos para la tecnología abierta. En las últimas décadas, varios ayuntamientos se han pasando al software libre, y eso está generando un cierto auge en el sector. La Administración ahorra costes y fomenta la creación de empresas locales.
En la Ley de Contratos del Sector Público del año 2007 se establece que, cuando la Administración contrata, debe garantizar la “publicidad y transparencia de los procedimientos, y no discriminación e igualdad de trato entre los candidatos”, y asegurar “una eficiente utilización de los fondos destinados a la contratación de servicios mediante la selección de la oferta económicamente más ventajosa”. Asimismo, en la reciente Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local se pretende, entre otras cosas, racionalizar la gestión de ésta “de acuerdo con los principios de eficiencia, estabilidad y sostenibilidad financiera”.

El criterio precio tiene, pues, un peso importante en la selección de ofertas. Además, la Administración Pública debería garantizar el acceso a la información en formatos accesibles, sin favorecer la iniciativa privada. La gestión de la Res Pública debe ser eso, pública.

Uno de los grandes gastos de las Administraciones Públicas, ya sean locales, autonómicas o estatales, son las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), gasto que analiza el Informe REINA.

Empresas privadas En este sector, el Estado tiene como práctica habitual el contratar servicios con empresas privadas, de manera que permite el tratamiento y la acumulación de datos por parte de éstas. En el último REINA del año 2015, con datos referentes a 2014, se puede observar que los principales gastos se concentran siempre en las mismas empresas: IBM, Hewlett-Packard, Indra o El Corte Inglés.
Por ejemplo, los gastos de software y servicios informáticos ascendieron en el año 2014 a casi 613 millones de euros; las inversiones en sistema multiusuario, entre mainframes (grandes computadoras que procesan gran cantidad de datos) y servidores, a más de 32 millones de euros, y los gastos en servicios informáticos a casi 476 millones de euros.

Empresas como ISDEFE o Indra, relacionadas con la industria armamentística y los sistemas de seguridad fronteriza, son las grandes ganadoras en la tajada informática que da servicio a la Administración. Indra alcanzó contratos por valor de más de 50 millones de euros en software y servicios informáticos. ISDEFE, 19 millones tan sólo en servicios. Hewlett-Packard, una de las mayores productoras de armamento a nivel mundial según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), una de las instituciones más reconocidas sobre armamento tiene copado el 33% de los servidores de la Administración Pública.

Otro de los datos que llama la atención son las grandes sumas que consigue El Corte Inglés gracias a este tipo de servicios. En el año 2014, consiguió contratos de servidores por dos millones de euros. La entidad que preside Dimas Gimeno ha extendido su modelo de negocio desde la venta de equipos informáticos a otro tipo de servicios, como el mantenimiento y soporte de los mismos, e incluso el desarrollo de aplicaciones. Esta actividad supone ya la mitad de los beneficios de la entidad en su papel de suministrador de la Administración del Estado, con 12,5 millones de euros anuales.

Sorprende que en 2014, en torno al 70% de las contrataciones no fue mediante procedimiento abierto y, por lo tanto, se incumplió la ley antes mencionada. Asimismo, cuesta creer que dichas empresas oferten de manera más barata que Linux, el software libre por excelencia y cuyo código fuente puede ser utilizado, modificado y distribuido de forma libre, como su nombre indica.

Tecnología abierta Pero parece que la Administración Pública empieza a reaccionar ante el monopolio tecnológico de las grandes empresas. Aunque Windows está presente en el 95% de los equipos, no ocurre lo mismo con los ordenadores que cumplen el papel más determinante en la red informática. Así, en el año 2014, el 43% de los mainframes nuevos instalados fueron Linux. Lo mismo ocurrió con el 26% de los servidores.

Esta cantidad de servidores representa un dato importante si tenemos en cuenta que hace apenas unos años era impensable hablar de software libre en la Administración Pública. Sólo destacaban proyectos puntuales en ámbitos concretos, como puede ser el de la Educación, y gracias a algunas regiones pioneras como Extremadura, Galicia o Castilla y León. De ahí, hemos pasado a una explosión de tecnología con fuentes abiertas.
“Todo comienza en 2009, con el software que la Administración emplea para llegar al ciudadano, la administración electrónica, y ahora con la llegada del cloud computing, la virtualización, donde casi todas las tecnologías que se han implementado ahí son abiertas”, asegura Manuel Velardo, responsable del Centro de Excelencia de Software de Fuentes Abiertas (CENATIC), de red.es.

Por ejemplo, en el cloud computing, los dos estándares que existen, OpenStack y OpenNebula, son de código abierto, pero en su desarrollo también participan grandes multinacionales como Microsoft, IBM u Oracle, que luego ofrecen a sus clientes versiones de pago de esos productos libres y abiertos, sin poder determinar qué pesa más en la balanza, si el aporte que realizan en el desarrollo del software libre o el beneficio que obtienen con su venta.

Los números salen
Y es que al hablar de software libre hay que ir mucho más allá de Linux y LibreOffice, que, a pesar de su crecimiento, aún no han logrado convertirse en estándar en el puesto de trabajo del funcionariado español. “Hay muchas razones para apostar por el software libre, pero sobre todo está la calidad del producto: es imbatible”, afirma Velardo.

Otra de las razones indiscutibles es el ahorro que supone el empleo de tecnología con fuentes abiertas para las Administraciones Públicas, que alcanza los 450.000 millones de euros anuales en el contexto de la UE, ya sea para desarrollar aplicaciones o para implantar soluciones existentes basadas en código abierto. Además, existen estudios que afirman que “aproximadamente el 35% del código fuente de las aplicaciones informáticas es software libre reutilizado, independientemente de la licencia que lleve el producto final”.

Son muchas las plazas conquistadas por el software libre, aunque lejos de ser una decisión adoptada desde las altas esferas de la Administración (no existe la figura de jefe de Informática como sí lo hay en la Casa Blanca o en el Ministerio de Hacienda) el proceso casi siempre responde a una misma secuencia: alguien en una concejalía, delegación o departamento, con cierto conocimiento técnico y potestad presupuestaria, decide dar el paso adelante y enfrentarse a la inercia instalada del software privativo. “Sobre todo cuesta al modificar el sistema operativo del puesto de trabajo del funcionario, porque te enfrentas a miles de ellos al interferir en sus dinámicas. La palabra migración es el gran tabú del jefe de Informática. Entonces, hay que estar muy convencido para poder demostrar que, en un plazo de cinco años, se va a conseguir un ahorro considerable, y así dar el paso, sea o no tecnología libre”, sostiene Velardo.

Este paso hacia las fuentes abiertas se está dando en ayuntamientos como el de Zaragoza, donde los pliegos de condiciones ya obligan a que los equipos tengan drivers para Linux y se adquieren sin sistema operativo predeterminado. “A partir del segundo año ya se empieza a ver el ahorro de costes, que son cada vez mayores dependiendo de la duración de las licencias del software propietario”, señala Jesús González, responsable de Sistemas y Redes del Consistorio zaragozano. González cuenta a este medio que, tras la migración al software libre, Microsoft realizó una auditoría, fruto de la cual el Ayuntamiento tuvo que abonar cerca de 100.000 euros al detectar la empresa software utilizado sin licencia.

La Administración puede emplear software de dos maneras: porque lo produzca ella, con desarrollos a medida, o por la implantación de paquetes ya existentes. Es en el primer caso, a la hora de desarrollar software controlando los concursos públicos, donde se puede generar un ahorro importante. No sólo al principio, ya que la migración va a costar menos, sino también por la sostenibilidad del desarrollo, porque se trabaja con soluciones que otros ya están empleando y manteniendo.

Ahorros
El estudio del CENATIC, Impacto de la reutilización del software de fuentes abiertas en la economía, ya cifraba los ahorros en 114.000 millones de euros al año como mínimo, gracias al impacto de los ahorros directos, la reducción de la tasa de fracaso de los proyectos y la mejora de los costes de mantenimiento de códigos, que equivale al 30% del mercado global de software y servicios. Además, “el efecto de reinvertir estos ahorros de forma interna en TIC crea un efecto adicional de segundo orden en términos de productividad y de mejora de la eficiencia de al menos 342.000 millones de euros al año, lo cual constituye decididamente una contribución no marginal a la economía europea”, concluía el estudio.

No hay que olvidar que es en la creación y desarrollo de tecnología libre donde se posibilita la creación de una tecnología y una industria propia como sucede en otros países como Estados Unidos, el gran mercado del software y las patentes. Como en otros muchos sectores, esa conciencia de desarrollar un producto propio no está tan presente en el Estado español, por lo que el camino que queda para convertir España en un país productor de tecnología de fuentes abiertas y dejar de ser simples usuarios es todavía demasiado largo.

Las 10 ventajas del software libre Más que ahorro económico
Por Mariola Olcina

Carlos González Calderón y Oriol Ferran i Riera, periodistas especializados en la materia, explican las ventajas del uso del software libre en el sector público, a partir de las recomendaciones del CENATIC y el Ministerio de Administraciones Públicas (MAP). Aquí recopilamos algunas de ellas:

1. Datos personales confidenciales 

La Administración Pública dispone y trabaja con datos sensibles de la ciudadanía. Poder acceder al código de un sistema de información que trabaja con este tipo de datos permite resolver con mayor agilidad los posibles problemas de vulnerabilidad.

2. Garantiza la perdurabilidad de las aplicaciones 

En la misma línea, el software de fuentes abiertas ofrece transparencia sobre el funcionamiento de los programas, favoreciendo que siempre se pueda retomar el desarrollo de las aplicaciones.

3. Optimiza de inversión pública 

Es mucho más barato económicamente afrontar una instalación o actualización masiva de estándares abiertos que privativos.

4. Fomenta la innovación tecnológica 

Las comunidades de software contribuyen a la formación de profesiones en nuevas tecnologías y estimulan que cualquier administración, empresa, institución u organismo pueda beneficiarse de los avances y las innovaciones introducidas.

5. Favorece la interoperabilidad entre sistemas 

Los estándares abiertos permiten poder trabajar con distintos sistemas, y esto facilita a la Administración implementar servicios electrónicos y asegurar la accesibilidad de la ciudadanía.

6. Permite una independencia tecnológica 

No depender de las decisiones de los grandes fabricantes de software permite a la Administración ser ella quien decida si se realizan migraciones o actualizaciones del sistema, sin tener que someterse a necesidades impuestas.

7. Evita los perjuicios de la propiedad intelectual en el software 

La gestión de los derechos de autor con la filosofía del software libre muestra que es posible una defensa legítima de estos derechos sin caer en el dañino sistema de patentes que impera en Estados Unidos y que favorece los oligopolios del sector.

8. Apoyo técnico 

Los servicios de mantenimiento no tienen por qué ser prestados exclusivamente por una única empresa, sino que la prestación técnica puede diversificarse entre más actores y ofertas.

9. Protección de modalidades lingüísticas 

Al tener acceso al código fuente de los programas, permite la traducción de una aplicación a otros idiomas, respetando la diversidad cultural de cada territorio.

10. Estabilidad 

La posibilidad de analizar el código fuente de forma pública permite optimizar la calidad de las aplicaciones de software libre en base a las necesidades de la Administración. 

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/31525-software-libre-fuente-abierta-favor-lo-publico.html

El matrimonio que traduce el Software Libre a los idiomas olvidados


En internet se utilizan tan solo unas 500 lenguas de las más de 7.000 que existen en el planeta, casi la mitad de ellas en riesgo de desaparición a finales de siglo, según la UNESCO. Evidentemente, la situación era peor a principios del milenio, cuando algunos ciudadanos se encontraban con problemas incluso para acercarse a la informática. Por ejemplo, los sudafricanos.

“Los ordenadores estaban solamente disponibles en inglés y teníamos amigos que no sabían inglés, ya que hablaban xhosa”, explica el desarrollador sudafricano Dwayne Bailey a Teknautas. En Sudáfrica hay 11 lenguas reconocidas como oficiales: el inglés es el idioma nativo de tan solo un 9% de sus más de 50 de millones de habitantes, mientras que el xhosa es el de un 16%.

Dwayne se percató de que el bajo conocimiento de la lengua de Shakespeare por parte de algunos jóvenes podía provocar que no tocaran un ordenador, sin contar con la necesidad de preservar las once lenguas en el mundo digital. Así que este ingeniero mecánico y su mujer, Heather (diseñadora de moda por aquel entonces), se marcaron una meta profesional diferente: “Empoderar a las comunidades” que no hablaran inglés contribuyendo a que los programas estuvieran en su idioma natal. Para conseguirlo, crearon una ONG, Translate.org.za, hace ya más de 15 años.

Evangelistas de la traducción

El matrimonio Bailey es firme defensor del 'software' libre. Por eso dirigieron sus esfuerzos a la localización —el vocablo que se utiliza en el mundillo para referirse a la adaptación de un 'software' a una cultura local— de la suite de ofimática OpenOffice, el navegador Mozilla Firefox o el servicio de correo Thunderbird.

“Empezamos con el xhosa y acabamos trabajando en todos los idiomas de Sudáfrica”, señala Heather. Hacerlo animó a otras empresas a traducir su 'software', pese a que antes hubieran defendido que era “demasiado caro”. “Tres semanas después de que lo lanzáramos [OpenOffice] en estas lenguas, Microsoft empezó a traducir sus productos”, critica Dwayne.
Translate.org.za también comenzó a desarrollar herramientas de código abierto para facilitar la tarea a los que quisieran colaborar en su misión pero carecieran de conocimientos tecnológicos. La idea acabó siendo un éxito y Translate Toolkit, un conjunto de herramientas que facilita trabajar con diferentes formatos de traducción o Pootle, una utilidad web que simplifica enormemente la traducción online, crecieron en usuarios rápidamente.

Translate.org.za también lanzó el primer teclado sudafricano, un programa para incluir caracteres especiales propios de algunas lenguas sudafricanas; desarrolló fuentes que los incluyeran para el idioma venda (un ámbito en el que han seguido trabajando) o crearon correctores ortográficos.

Durante ese tiempo, su pionera labor comenzó a ser reconocida. Recibieron ayudas del Gobierno sudafricano, de empresas como HP o de la Fundación Mozilla, que les concedió una ayuda para mejorar Pootle y hacerlo aún más fácil de usar para cualquier persona que desee traducir software. El éxito de su iniciativa les ha llevado a colaborar con decenas de comunidades de voluntarios y expertos en localización de otros países. “Después se extendió a toda África, trabajamos con gente en Nigeria, en Uganda, en cualquier sitio donde estuvieron interesados en trabajar con nosotros”, detalla Heather.

Ghana, Zimbabue, Tanzania, Kenia o Egipto son otros de los países donde han prestado su apoyo formando a una veintena de comunidades para que aprendan a utilizar su software. De hecho, Dwayne ha estado hace unos meses en Mali, donde ahora los localizadores, a los que él mismo califica como “superhéroes”, adaptan Firefox a diferente idiomas, en un país en el que hay 66 lenguas vivas.
De trabajar para Mozilla a traducir libros

Aunque todavía trabajan con las comunidades locales (han colaborado ya con unas 200 por todo el mundo), los Bailey han tenido que buscarse las habichuelas de otra forma en los últimos años ante la ausencia de ayudas. “La única forma que encontramos para mantener nuestro trabajo sin ánimo de lucro fue trabajar por vías con lucro”, explica Dwayne.

Este matrimonio de emprendedores en la traducción de idiomas olvidados fundó entonces Translate House, una empresa en la que presta servicios “entre bastidores” de asesoramiento, alojamiento web y mantenimiento de las plataformas de Pootle para las empresas. Eso sí, continúa siendo un programa gratuito, así que quien lo desee puede utilizarlo y montárselo por su cuenta.

La idea no les ha ido nada mal. Entre sus clientes está la propia Mozilla, que utiliza Pootle para facilitar la localización de Firefox, de su web y de otros cuantos proyectos a más de 70 comunidades. Evernote, LibreOffice y algunos gobiernos también han solicitado sus servicios.

En su pequeña compañía trabaja Leandro Regueiro, un desarrollador de Galicia que lleva años traduciendo software libre. “Quería utilizar los programas que yo usaba en gallego, no en inglés [...] Otra gente en la misma comunidad hacía lo mismo, y nos beneficiábamos mutuamente”, recuerda Regueiro, que ha contribuido a la traducción de LibreOffice o del entorno de escritorio GNOME a través del Proxecto Trasno. No en vano, no fue hasta 2014 cuando los gallegos comenzaron a disfrutar de Gmail en su propia lengua. Así que trabajar con Pootle permite a Regueiro continuar desarrollando su “misión”: proporcionar “ayudas que permitan a los traductores localizar el software libre”.

Heather y Dwayne siguen luchando con ese objetivo, aunque en los últimos tiempos trabajan sobre todo evangelizando sobre las ventajas de la traducción local. “[Translate.org.za.] es un campeón duradero de la inclusión digital”, asegura Michelle Thorne, portavoz de la Fundación Mozilla.

El año pasado, esta ONG sudafricana participó en el MozFest, el festival para promover una internet abierta que Mozilla organiza anualmente, explicando cómo crear comunidades y cómo luchar por una Red más inclusiva. El próximo mes de octubre, formarán parte también del que se celebrará en Londres.

Ahora bien, la labor de Translate.org.za. no se centra ya exclusivamente en la localización de software. Se han dado cuenta de que hay muchas lenguas marginadas que tienen otras necesidades para sobrevivir. Solo en África se hablan unas 2.000 lenguas, muchas de ellas en riesgo de desaparición, así que esta pareja también pretende estimular la creación de nuevos contenidos e incluso digitalizar y volver a publicar libros olvidados en diferentes idiomas. “Esto lleva más tiempo, porque conlleva la búsqueda de autores dispuestos a hacerlo en obras agotadas”, explica Heather.

También trabajan en la creación de obras nuevas. De hecho, la propia Heather ha escrito The First 100 words (Las primeras 100 palabras), un volumen que ya ha sido traducido al sotho del norte o al zulú — dos de las lenguas oficiales de Sudáfrica—, al shona de Zimbabue o incluso al galés.

En esta nueva iniciativa de publicación de libros pretenden replicar el modelo que ya iniciaron con sus herramientas de código abierto. “De una forma similar a lo que hacemos con el software, encontramos el libro o lo hacemos con un ilustrador y con un profesor local o un socio al que le encante escribir, ellos [la comunidad] lo traducen, y después creamos el libro y lo publicamos”, explica Heather.

“Por lo que respecta al trabajo que hacemos con las lenguas, nuestros objetivos son muy simples: realmente es que crezcan el número de países y el número de equipos que trabajan activamente en ellas”, añade Dwayne. 15 años después de fundar una novedosa ONG en Sudáfrica, este matrimonio aún sigue luchando porque la tecnología hable todos los idiomas.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2016-09-25/informatica-software-traduccion_1264707/




jueves, 16 de junio de 2016

Otra gran mentira Interoperabilidad sin software libre



Interoperabilidad está en boca de todos. Todo ha de ser interoperable. Es necesario, es óptimo, es legal. A nadie se le ocurriría ya implantar un sistema o solución informática que no fuera interoperable. O, al menos, conscientemente.
¿Pero qué es la interoperabilidad?
Desde una perspectiva meramente tecnológica, el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) definió interoperabilidad como la habilidad de dos o más sistemas o componentes para intercambiar información y utilizar la información intercambiada.
Esa definición inicial se ha visto ampliada y actualmente la interoperabilidad es entendida como un concepto mucho más amplio. El Marco Iberoamericano de Interoperabilidad, alineado con la definición dada por la Comisión Europea, recoge una de las definiciones más completas, definiendo interoperabilidad como la habilidad de organizaciones y sistemas dispares y diversos para interaccionar con objetivos consensuados y comunes y con la finalidad de obtener beneficios mutuos. La interacción implica que las organizaciones involucradas compartan información y conocimiento a través de sus procesos de negocio, mediante el intercambio de datos entre sus respectivos sistemas de tecnología de la información y las comunicaciones.
Esperen…
Un momento…
¿Compartir conocimiento?¿No sólo información?
¿Obtener beneficios mutuos?¿Objetivos comunes?
Oigan, ¿esto no suena a software libre?
Igual por eso en España (y en otros países habrá legislación equivalente) el Esquema Nacional de Interoperabilidad, regulado por el Real Decreto 4/2010 , de 8 de enero…comprende textos como los siguientes:
  • “ Las condiciones de licenciamiento de las aplicaciones y de la documentación asociada, y de otros objetos de información de los cuales las Administraciones públicas sean titulares de los derechos de propiedad intelectual y que éstas puedan poner a disposición de otras Administraciones públicas y de los ciudadanos, sin contraprestación y sin necesidad de convenio, tendrán en cuenta que el fin perseguido es el aprovechamiento y la reutilización.”
  • “ Las administraciones utilizarán para las aplicaciones que declaren como de fuentes abiertas aquellas licencias que aseguren que los programas, datos o información que se comparten: a) Pueden ejecutarse para cualquier propósito.b) Permiten conocer su código fuente.c) Pueden modificarse o mejorarse.d) Pueden redistribuirse a otros usuarios con o sin cambios siempre que la obra derivada mantenga estas mismas cuatro garantías”
  • “ Las Administraciones públicas enlazarán los directorios de aplicaciones para su libre reutilización…”
  • “ Las Administraciones públicas deberán tener en cuenta las soluciones disponibles para la libre reutilización que puedan satisfacer total o parcialmente las necesidades de los nuevos sistemas y servicios o la mejora y actualización de los ya implantados.”
  • “ Las Administraciones públicas procurarán la publicación del código de las aplicaciones, en desarrollo o finalizadas, en los directorios de aplicaciones para su libre reutilización con el fin de favorecer las actuaciones de compartir, reutilizar y colaborar, en beneficio de una mejor eficiencia.”
¿Qué cosas, verdad?
Voy a volver a leer esto de “el fin perseguido es el aprovechamiento y la reutilización”. Y lo de “ deberán tener en cuenta las soluciones disponibles para la libre reutilización ” y eso de apostar por “ la mejora y actualización de los ya implantados ”.
¡Qué bonito!
Todo ello en, ¿cómo era?, espera, sí…” en beneficio de una mejor eficiencia ”
¡Qué maravilla! ¡Pues no sé de qué nos quejamos!
Ahora sólo queda imaginar que esto se cumple y que nuestras administraciones públicas realmente salen de la Edad Media y apuestan por el software libre, comparten tecnologías, invierten en mejorar las soluciones ya existentes y…finalmente, son interoperables.

jueves, 4 de junio de 2015

Iniciativas a favor del software libre en América Latina



César Noragueda
hipertextual.com

Estas son las políticas y propuestas más importantes que se han desarrollado en favor de la implantación del software libre en Latinoamérica.


Tanto como en buena parte de Occidente, en la mayoría de los países de Latinoamérica se están llevando a cabo una serie de políticas e iniciativas populares en favor de la implantación y el uso de software libre, tanto por parte de la Administración como por parte de la ciudadanía. Veamos cuáles son.

Políticas y propuestas que alientan el software libre
Según el último ranking IVSL (Índice de Valoración del Software Libre) por países, realizado cada año por PortalProgramas, Costa Rica y Nicaragua son los dos países latinoamericanos que más valoran esta tecnología, y México, Honduras y, sobre todo, la República Dominicana, los que menos. Pero ¿cuáles son las iniciativas políticas a favor del software libre que cada país ha puesto en marcha?

En Costa Rica disponen de la Red Costarricense de Software Libre, una agrupación sin ánimo de lucro fundada en 2007 que impulsa la utilización, el estudio y el desarrollo de esta tecnología. Sin embargo, pese a que se presentaron sendos proyectos de ley con el propósito de ahorrar gastos del Estado en software, lo único que se ha oficializado es una directriz para priorizar la implementación de software libre en la Administración pública, pero sin obligatoriedad.

Nicaragua cuenta con comunidades que promueven esta tecnología y ha llegado a acuerdos con la Fundación I+D del Software Libre (FIDeSoL), con la Fundación FUNDECYT-PCTEX y con AEXCID, las tres españolas, para organizar la capacitación de recursos humanos en la transferencia de la tecnología y aumentar la calidad y la equidad en el sistema educativo con el uso de TICs.

Brasil fue el primer país en migrar masivamente al código abierto (open source) en la Administración pública en el mundo, comenzando a legislar desde el Estado de Rio Grande do Sul, está a la cabeza en desarrollo de software libre en Latinoamérica y, por si esto fuera poco, la migración se ha establecido de manera progresiva también en el sistema completo de enseñanza y hasta en instituciones como el Banco Central.

software libre en latinoamérica

Venezuela, Uruguay, Cuba, Ecuador, Bolivia y el mismo Brasil son los países que más han implementado esta tecnología para desarrollarse científica y tecnológicamente: sus Gobiernos coinciden en actuar contra la privatización y a favor de la autonomía tecnológica y el ahorro económico que esta conlleva.

El Gobierno de Venezuela dispuso con un Decreto Presidencial en diciembre de 2004 por el que la utilización mayoritaria de software libre y de GNU/Linux en los sistemas, servicios informáticos y proyectos de toda la Administración pública. En este país se desarrolló Canaima GNU/Linux, utilizada en el proyecto Canaima Educativo y en la fabricación de ordenadores de escritorio que se distribuyen a bajo precio.

Uruguay, conocido por el tópico de los oficinistas, se lo ha tomado con calma: a partir de 2003 comenzó a estudiar una ley en favor del uso administrativo de software libre que no fue aprobada al completo hasta diciembre de 2013. Esta ley prioriza la inversión y el desarrollo en esta tecnología, justificando debidamente cuando se elija el software privativo, y obliga a distribuir e intercambiar la información con al menos un programa de licencia libre y en un formato abierto.

En Cuba, el Gobierno favoreció el uso del sistema operativo (SO) Linux, y disponer del código fuente propició el desarrolló del SO NOVA en el entorno académico, que más tarde acogió y apadrinó el mismo Gobierno. Este país llegó a ser el primero de la región en el uso de Linux con el 6,33% del mercado.

Ecuador tiene la implantación del software libre como una política gubernamental: en abril de 2008 se aprobó un Decreto para establecer el empleo de esta tecnología en la totalidad de los equipos en las entidades de la Administración pública central.

El Parlamento de Bolivia promulgó en agosto de 2011 la nueva Ley General de Telecomunicaciones, Tecnologías de Información y Comunicación, en la que se indica que los principales órganos políticos “promoverán y priorizarán la utilización del software libre y estándares abiertos”, con el objetivo último migrar completamente a esta tecnología los sistemas informáticos del Estado.

El Gobierno de Chile ofrece un respositorio de software público desde 2007, y el Ministerio de Educación y la Universidad de la Frontera, con sede en Temuco, forjaron EduLinux, una distribución de GNU/Linux educativa que ya se encuentra en más de 1500 colegios y en más del 90% de las bibliotecas escolares.

Paraguay se encuentra inmerso en un proceso de migración a software libre de todo el equipamiento informático de la Administración. El Gobierno de Panamácreó un portal con recursos de esta tecnología. Argentina, México, Perú y República Dominicana han implantado muy parcialmente el software libre o están elaborando legislación al respecto. El Salvador y Guatemala quieren optar por él con el motivo principal del ahorro presupuestario. En Colombia, sólo la capital promociona el software libre. Haití únicamente lo ha implementado en sistemas de registros médicos para zonas rurales. Y enHonduras ni siquiera parece que sus gobernantes consideren esta tecnología.

El Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre software libre en latinoamérica
FLISoL.info

El FLISoL es un evento organizado por comunidades locales que se celebra cada año desde 2005 en 19 países de América Latina (todos excepto Haití) y en España, y desde 2008 (con alguna excepción), el cuarto sábado de abril, y tiene como objeto promover, como su propio nombre indica, la utilización de software libre, divulgando entre el público su filosofía, cómo se está desarrollando, lo que ha avanzado y cuál es su alcance actual. En él puede participar todo tipo de personas, desde académicos, estudiantes y funcionarios públicos hasta trabajadores y empresarios, ya sean apasionados del software libre o no cuenten con demasiados conocimientos de informática; de hecho, puede que un acontecimiento de estas características sea lo más indicado para que cualquiera que no haya tenido la oportunidad de aprender a usar las computadoras lo haga entonces.

El número de sedes en las que se realiza el FLISoL oscila entre las 250 y más de 300 dependiendo del año, con gran colaboración de las universidades. La entrada es gratuita, y todo asistente que lo desee puede pedir que le instalen en su portátil, de la misma manera y legalmente, sistemas operativos y programas de software libre. Además y al mismo tiempo, se dan charlas y ponencias, se organizan coloquios entre el público y los expertos que versan sobre la utilidad y la repercusión del software libre en clave local, estatal e internacional y en ámbitos tan diversos como el arte, la enseñanza, el mundo empresarial y la problemática social, y se imparten talleres de uso.

Si os interesa lo suficiente el software libre o sentís curiosidad por él, yo que vosotros buscaría cada año los lugares en que tendrá lugar el Festival, que es el mayor del mundo, y no me lo perdería por nada.

Fuente: http://hipertextual.com/2015/04/politicas-de-software-libre-en-latinoamerica

Experiencias en desarrollo de software libre plantean "nuevas formas de producir y compartir"



"El modelo de desarrollo de software libre puede ser un semillero para empezar a modificar los modos de producción y distribución capitalistas", afirmó Carlos Parra, gerente de Políticas, Planificación y Normalización de la Comisión Nacional de las Tecnologías de Información (Conati).

El ex jefe de operaciones del Proyecto Canaima sostuvo un encuentro con estudiantes y más de 60 trabajadores del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, con la finalidad de mantener el debate sobre la necesidad de construir una nueva arquitectura social para lograr nuestra independencia definitiva y replantear las relaciones de trabajo.

El conversatorio “Modo de producción de software libre: Hablemos de relaciones sociales” exploró desde distintas perspectivas profesionales las condiciones en que se desarrollan las tecnologías de información, y el orden social establecido en la industria tecnológica.

Según Parra, “el modo de producción de software libre tiene una condición que rompe los esquemas de explotación, porque los factores que intervienen en el proceso productivo de software son de propiedad colectiva; incluso, el producto final del trabajo: el software protegido con una licencia libre, es propiedad social, una vez que es liberado. Esto rompe la lógica del mercado capitalista”.

Destacó que las experiencias en desarrollo de tecnologías libres plantean “nuevas formas de producir y compartir”; porque, modifican los modelos depredadores del capitalismo, “desde la propia forma de producir hasta la forma de masificar el producto del trabajo”.

Partiendo de este punto, Parra precisó que, en los modelos de producción capitalista, predomina la explotación “del hombre por el hombre”; esto es: quienes son dueños de los medios de producción ejercen la posibilidad cierta de aprovecharse de quienes son dueños solo de su trabajo y de su conocimiento.

Rutas para avanzar al modo de producción socialista

La lógica socialista que emerge y se entreteje en los procesos de desarrollo de software libre puede aportar positivamente —sostiene Carlos Parra— al socialismo venezolano, como un proyecto abierto y dialéctico en construcción: “El modelo de producción de software libre es socialista por definición, y debería serlo en la práctica, también. Pero no es tan simple; es necesaria la organización de las trabajadoras y los trabajadores que producen software libre para que, verdaderamente, se dé la producción entre pares socialmente iguales: deben compartir tanto el medio de producción como el producto del trabajo, incluyendo el conocimiento”.

Para el gerente de Políticas, Planificación y Normalización de las TI, es necesaria “la organización y la incorporación consciente al proceso social de trabajo: entender que, el poder de la clase trabajadora se crece cuando esta es dueña del medio de producción que usa para generar bienes o productos de tecnología, en este caso”.

Al referirse al papel del Estado en la construcción de una patria nueva, advirtió: “Es necesario que rompamos con las 'viejas costumbres', y empecemos a potenciar la producción nacional de software libre, desde el respeto y el respaldo a la propiedad colectiva sobre los medios de producción, de acuerdo con las necesidades y las potencialidades productivas de nuestro pueblo, y en función de los objetivos liberadores del Plan de la Patria.

Prácticas liberadoras contra prácticas feudales de dominación

Como parte del debate, Carlos Parra alertó sobre el carácter y las formas de distribución social dominantes en el sector de las tecnologías de información: “Debemos superar esquemas comerciales donde el 'fabricante' de la tecnología domina al usuario”.

Señaló que, “en la sociedad capitalista, estamos acostumbrados a que quien posee el capital financiero es dueño de los medios de producción; contrata mano de obra para producir, y se enriquece a costa de la explotación de la clase trabajadora. Peor aún, el producto material es socializado mediante los esquemas de mercado existentes que afianzan mayores niveles de dependencia y sometimiento”.

En este plano, Jorge Rodríguez Rojas, superintendente de Servicios de Certificación Electrónica (Suscerte), indicó que “el modo de producción capitalista le quita la dignidad al trabajo del programador de tecnologías”; y añadió que “el modelo de distribución de software libre permite quebrar el modelo feudal de comercialización de software privativo: el software librerompe relaciones de servicio tecnológico leoninas”.

Por su parte, la directora general de la Conati, María Ruiz, manifestó: "El desarrollo colaborativo de tecnologías libres es un nuevo conocimiento que nos permite apropiarnos de otras formas de crear juntos. Este saber es una formidable ventana, si queremos ser un país potencia, con una economía conducida por la clase trabajadora".

Fuente: http://www.vtv.gob.ve/articulos/2015/05/22/experiencias-en-desarrollo-de-software-libre-plantean-nuevas-formas-de-producir-y-compartir-7534.html