google.com, pub-5303610936909922, DIRECT, f08c47fec0942fa0
Mostrando las entradas con la etiqueta Open Source. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Open Source. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de abril de 2017

Software Libre y Open Source, y de cómo las licencias lo atan todo


¿Es lo mismo Open Source que software libre? ¿Es lo mismo código abierto que Software Libre? Mucha gente confunde estos términos como si fuesen sinónimos, cuando lo cierto es que depende del contexto en el que se usen para tomarlos como tales. Así, utilizar open source en minúscula cuando escribimos en español no es más que un anglicismo mal empleado, mientras que hacerlo en mayúscula nos remite a la Open Source Initiative, la organización dedicada a la defensa y promoción del software de código abierto. Por otra parte, Open Source y software libre sí tienen mucho que ver, pues ambos casos y salvo alguna excepción muy particular se refieren al software publicado bajo licencias libres compatibles; pero Open Source y Software Libre se distancian un trecho, siendo el segundo un término que trasciende el aspecto técnico, significándose en movimiento social.

El movimiento del Software Libre, de hecho, fue el pionero. Ideado por Richard Stallman, se basa en cuatro libertades esenciales:

0. Libertad de usar el programa, con cualquier propósito (uso).
1. Libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo a las propias necesidades (estudio).
2. Libertad de distribuir copias del programa, con lo cual se puede ayudar a otros usuarios (distribución).e
3. Libertad de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie (mejora).

Las libertades 1 y 3 requieren acceso al código fuente porque estudiar y modificar software sin su código fuente es muy poco viable.

A partir de esas libertades surgieron licencias para garantizar su cumplimiento y protección legales, y a organizaciones como el proyecto GNU o Free Software Foundation se unieron otras como la mencionada Open Source Initiative, en constante liza a causa del enfrentamiento entre ideología social y pragmatismo tecnológico, que finalmente ha sido el factor dominante. Sin Richard Stallman y el movimiento del Software Libre nada de esto hubiese existido tal y como lo conocemos, pero sin las empresas y la concreción del Open Source nunca se hubiese llegado tan lejos.

Lo verdaderamente importante en todo este asunto, sin embargo, es que tanto software libre, software de código abierto u Open Source, son iguales en su función práctica, esto es, los términos para referirse a algo pueden ser mil, cada uno con sus propios matices, pero lo que de verdad vale en el mundo real son las licencias: es lo único que garantiza consideraciones legales. Otro error común a este respecto es hablar de software libre y software propietario, ya que con la retorcida excepción del dominio público, todo el software tiene “propietario”, sea libre o no, sea gratis o no; y es que otorgar libertades no menoscaba la atribución del autor o autores o el derecho a cobrar por su trabajo. Por eso el término software privativo es más adecuado, porque priva de libertades al usuario.

Esta pequeña gran introducción es importante para comprender mejor las vicisitudes del software libre o de código abierto a lo largo de su historia, pues aunque Richard Stallman le dio forma al fondo, la tendencia de compartir venía de mucho antes. Stallman la vivió, y fue precisamente el desconcierto ante el cambio de paradigma el que motivó todas las iniciativas que impulsa va camino de 35 años. Stallman no entendió entonces por qué compartir programas pasaba a ser un delito, o por qué el código de los mismos se ofuscaba en archivos binarios. Años más tarde, un universitario finlandés llamado Linus Torvalds crearía Linux, el núcleo que le faltaba al sistema operativo que el proyecto GNU llevaba desarrollando durante todo ese tiempo, y, como se suele decir, el resto es historia. Una historia de éxito, cabe añadir, que no fue posible sin una vuelta de tuerca al concepto que contentase al sector corporativo: lo que ahora conocemos como Open Source; y sin mucho otros apoyos e iniciativas.

A día de hoy Software Libre y Open Source conviven en relativa armonía: las comunidades y organizaciones del primer grupo no renuncian a sus principios, y las organizaciones del segundo no renuncian a las ventajas competitivas que les aporta un modelo de desarrollo que se ha probado como más eficiente. El mejor ejemplo es el de GNU/Linux y el entorno que lo rodea, formado por centeneras de proyecto independientes entre sí pero ligados a un mismo fin, donde hay quien colabora de manera desinteresada, y donde hay quien se dedica a ello de manera profesional. En último término ambos contribuyen al mismo fin, dado que es la licencia que aplique cada uno a su obra lo que determinará las libertades y obligaciones bajo las cuales la distribuye.

Y por supuesto, no hay que confundir nunca Open Source o código abierto con acceso al código para ver, pero no para tocar y reutilizar. Por eso son las licencias las que lo atan todo y no un mero término o un sesudo concepto, por muy populares que sean.

Fuente: http://www.muycomputerpro.com/2017/03/31/software-libre-open-source-licencias

sábado, 1 de octubre de 2016

Software libre: una fuente abierta en favor de lo público


Son buenos tiempos para la tecnología abierta. En las últimas décadas, varios ayuntamientos se han pasando al software libre, y eso está generando un cierto auge en el sector. La Administración ahorra costes y fomenta la creación de empresas locales.
En la Ley de Contratos del Sector Público del año 2007 se establece que, cuando la Administración contrata, debe garantizar la “publicidad y transparencia de los procedimientos, y no discriminación e igualdad de trato entre los candidatos”, y asegurar “una eficiente utilización de los fondos destinados a la contratación de servicios mediante la selección de la oferta económicamente más ventajosa”. Asimismo, en la reciente Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local se pretende, entre otras cosas, racionalizar la gestión de ésta “de acuerdo con los principios de eficiencia, estabilidad y sostenibilidad financiera”.

El criterio precio tiene, pues, un peso importante en la selección de ofertas. Además, la Administración Pública debería garantizar el acceso a la información en formatos accesibles, sin favorecer la iniciativa privada. La gestión de la Res Pública debe ser eso, pública.

Uno de los grandes gastos de las Administraciones Públicas, ya sean locales, autonómicas o estatales, son las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), gasto que analiza el Informe REINA.

Empresas privadas En este sector, el Estado tiene como práctica habitual el contratar servicios con empresas privadas, de manera que permite el tratamiento y la acumulación de datos por parte de éstas. En el último REINA del año 2015, con datos referentes a 2014, se puede observar que los principales gastos se concentran siempre en las mismas empresas: IBM, Hewlett-Packard, Indra o El Corte Inglés.
Por ejemplo, los gastos de software y servicios informáticos ascendieron en el año 2014 a casi 613 millones de euros; las inversiones en sistema multiusuario, entre mainframes (grandes computadoras que procesan gran cantidad de datos) y servidores, a más de 32 millones de euros, y los gastos en servicios informáticos a casi 476 millones de euros.

Empresas como ISDEFE o Indra, relacionadas con la industria armamentística y los sistemas de seguridad fronteriza, son las grandes ganadoras en la tajada informática que da servicio a la Administración. Indra alcanzó contratos por valor de más de 50 millones de euros en software y servicios informáticos. ISDEFE, 19 millones tan sólo en servicios. Hewlett-Packard, una de las mayores productoras de armamento a nivel mundial según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), una de las instituciones más reconocidas sobre armamento tiene copado el 33% de los servidores de la Administración Pública.

Otro de los datos que llama la atención son las grandes sumas que consigue El Corte Inglés gracias a este tipo de servicios. En el año 2014, consiguió contratos de servidores por dos millones de euros. La entidad que preside Dimas Gimeno ha extendido su modelo de negocio desde la venta de equipos informáticos a otro tipo de servicios, como el mantenimiento y soporte de los mismos, e incluso el desarrollo de aplicaciones. Esta actividad supone ya la mitad de los beneficios de la entidad en su papel de suministrador de la Administración del Estado, con 12,5 millones de euros anuales.

Sorprende que en 2014, en torno al 70% de las contrataciones no fue mediante procedimiento abierto y, por lo tanto, se incumplió la ley antes mencionada. Asimismo, cuesta creer que dichas empresas oferten de manera más barata que Linux, el software libre por excelencia y cuyo código fuente puede ser utilizado, modificado y distribuido de forma libre, como su nombre indica.

Tecnología abierta Pero parece que la Administración Pública empieza a reaccionar ante el monopolio tecnológico de las grandes empresas. Aunque Windows está presente en el 95% de los equipos, no ocurre lo mismo con los ordenadores que cumplen el papel más determinante en la red informática. Así, en el año 2014, el 43% de los mainframes nuevos instalados fueron Linux. Lo mismo ocurrió con el 26% de los servidores.

Esta cantidad de servidores representa un dato importante si tenemos en cuenta que hace apenas unos años era impensable hablar de software libre en la Administración Pública. Sólo destacaban proyectos puntuales en ámbitos concretos, como puede ser el de la Educación, y gracias a algunas regiones pioneras como Extremadura, Galicia o Castilla y León. De ahí, hemos pasado a una explosión de tecnología con fuentes abiertas.
“Todo comienza en 2009, con el software que la Administración emplea para llegar al ciudadano, la administración electrónica, y ahora con la llegada del cloud computing, la virtualización, donde casi todas las tecnologías que se han implementado ahí son abiertas”, asegura Manuel Velardo, responsable del Centro de Excelencia de Software de Fuentes Abiertas (CENATIC), de red.es.

Por ejemplo, en el cloud computing, los dos estándares que existen, OpenStack y OpenNebula, son de código abierto, pero en su desarrollo también participan grandes multinacionales como Microsoft, IBM u Oracle, que luego ofrecen a sus clientes versiones de pago de esos productos libres y abiertos, sin poder determinar qué pesa más en la balanza, si el aporte que realizan en el desarrollo del software libre o el beneficio que obtienen con su venta.

Los números salen
Y es que al hablar de software libre hay que ir mucho más allá de Linux y LibreOffice, que, a pesar de su crecimiento, aún no han logrado convertirse en estándar en el puesto de trabajo del funcionariado español. “Hay muchas razones para apostar por el software libre, pero sobre todo está la calidad del producto: es imbatible”, afirma Velardo.

Otra de las razones indiscutibles es el ahorro que supone el empleo de tecnología con fuentes abiertas para las Administraciones Públicas, que alcanza los 450.000 millones de euros anuales en el contexto de la UE, ya sea para desarrollar aplicaciones o para implantar soluciones existentes basadas en código abierto. Además, existen estudios que afirman que “aproximadamente el 35% del código fuente de las aplicaciones informáticas es software libre reutilizado, independientemente de la licencia que lleve el producto final”.

Son muchas las plazas conquistadas por el software libre, aunque lejos de ser una decisión adoptada desde las altas esferas de la Administración (no existe la figura de jefe de Informática como sí lo hay en la Casa Blanca o en el Ministerio de Hacienda) el proceso casi siempre responde a una misma secuencia: alguien en una concejalía, delegación o departamento, con cierto conocimiento técnico y potestad presupuestaria, decide dar el paso adelante y enfrentarse a la inercia instalada del software privativo. “Sobre todo cuesta al modificar el sistema operativo del puesto de trabajo del funcionario, porque te enfrentas a miles de ellos al interferir en sus dinámicas. La palabra migración es el gran tabú del jefe de Informática. Entonces, hay que estar muy convencido para poder demostrar que, en un plazo de cinco años, se va a conseguir un ahorro considerable, y así dar el paso, sea o no tecnología libre”, sostiene Velardo.

Este paso hacia las fuentes abiertas se está dando en ayuntamientos como el de Zaragoza, donde los pliegos de condiciones ya obligan a que los equipos tengan drivers para Linux y se adquieren sin sistema operativo predeterminado. “A partir del segundo año ya se empieza a ver el ahorro de costes, que son cada vez mayores dependiendo de la duración de las licencias del software propietario”, señala Jesús González, responsable de Sistemas y Redes del Consistorio zaragozano. González cuenta a este medio que, tras la migración al software libre, Microsoft realizó una auditoría, fruto de la cual el Ayuntamiento tuvo que abonar cerca de 100.000 euros al detectar la empresa software utilizado sin licencia.

La Administración puede emplear software de dos maneras: porque lo produzca ella, con desarrollos a medida, o por la implantación de paquetes ya existentes. Es en el primer caso, a la hora de desarrollar software controlando los concursos públicos, donde se puede generar un ahorro importante. No sólo al principio, ya que la migración va a costar menos, sino también por la sostenibilidad del desarrollo, porque se trabaja con soluciones que otros ya están empleando y manteniendo.

Ahorros
El estudio del CENATIC, Impacto de la reutilización del software de fuentes abiertas en la economía, ya cifraba los ahorros en 114.000 millones de euros al año como mínimo, gracias al impacto de los ahorros directos, la reducción de la tasa de fracaso de los proyectos y la mejora de los costes de mantenimiento de códigos, que equivale al 30% del mercado global de software y servicios. Además, “el efecto de reinvertir estos ahorros de forma interna en TIC crea un efecto adicional de segundo orden en términos de productividad y de mejora de la eficiencia de al menos 342.000 millones de euros al año, lo cual constituye decididamente una contribución no marginal a la economía europea”, concluía el estudio.

No hay que olvidar que es en la creación y desarrollo de tecnología libre donde se posibilita la creación de una tecnología y una industria propia como sucede en otros países como Estados Unidos, el gran mercado del software y las patentes. Como en otros muchos sectores, esa conciencia de desarrollar un producto propio no está tan presente en el Estado español, por lo que el camino que queda para convertir España en un país productor de tecnología de fuentes abiertas y dejar de ser simples usuarios es todavía demasiado largo.

Las 10 ventajas del software libre Más que ahorro económico
Por Mariola Olcina

Carlos González Calderón y Oriol Ferran i Riera, periodistas especializados en la materia, explican las ventajas del uso del software libre en el sector público, a partir de las recomendaciones del CENATIC y el Ministerio de Administraciones Públicas (MAP). Aquí recopilamos algunas de ellas:

1. Datos personales confidenciales 

La Administración Pública dispone y trabaja con datos sensibles de la ciudadanía. Poder acceder al código de un sistema de información que trabaja con este tipo de datos permite resolver con mayor agilidad los posibles problemas de vulnerabilidad.

2. Garantiza la perdurabilidad de las aplicaciones 

En la misma línea, el software de fuentes abiertas ofrece transparencia sobre el funcionamiento de los programas, favoreciendo que siempre se pueda retomar el desarrollo de las aplicaciones.

3. Optimiza de inversión pública 

Es mucho más barato económicamente afrontar una instalación o actualización masiva de estándares abiertos que privativos.

4. Fomenta la innovación tecnológica 

Las comunidades de software contribuyen a la formación de profesiones en nuevas tecnologías y estimulan que cualquier administración, empresa, institución u organismo pueda beneficiarse de los avances y las innovaciones introducidas.

5. Favorece la interoperabilidad entre sistemas 

Los estándares abiertos permiten poder trabajar con distintos sistemas, y esto facilita a la Administración implementar servicios electrónicos y asegurar la accesibilidad de la ciudadanía.

6. Permite una independencia tecnológica 

No depender de las decisiones de los grandes fabricantes de software permite a la Administración ser ella quien decida si se realizan migraciones o actualizaciones del sistema, sin tener que someterse a necesidades impuestas.

7. Evita los perjuicios de la propiedad intelectual en el software 

La gestión de los derechos de autor con la filosofía del software libre muestra que es posible una defensa legítima de estos derechos sin caer en el dañino sistema de patentes que impera en Estados Unidos y que favorece los oligopolios del sector.

8. Apoyo técnico 

Los servicios de mantenimiento no tienen por qué ser prestados exclusivamente por una única empresa, sino que la prestación técnica puede diversificarse entre más actores y ofertas.

9. Protección de modalidades lingüísticas 

Al tener acceso al código fuente de los programas, permite la traducción de una aplicación a otros idiomas, respetando la diversidad cultural de cada territorio.

10. Estabilidad 

La posibilidad de analizar el código fuente de forma pública permite optimizar la calidad de las aplicaciones de software libre en base a las necesidades de la Administración. 

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/31525-software-libre-fuente-abierta-favor-lo-publico.html

sábado, 3 de octubre de 2015

El Big Data y el Open Source como motores de la innovación



Cesar Noragueda

Ya se ha mencionado el código abierto u open source como un elemento capital en el desarrollo del software libre, y ha quedado claro que se trata de aquel con el que se elabora, se modifica y se distribuye tecnología libremente, centrándose su teoría en las ventajas prácticas de esta dinámica en vez de en la ética de la libertad. No obstante, es el concepto de “big data” o de “datos masivos” el que complementa al código abierto, no sólo para la expansión acelerada del desarrollo tecnológico, sino también para la libertad de acceso a la información que, entre otras cosas, propicia dicho desarrollo.

Ambos elementos forman parte de la innovación abierta, una noción acuñada por el profesor estadounidense Henry Chesbrough, teórico organizacional, en su libro Open Innovation: The New Imperative for Creating and Profiting from Technology, que fue publiado en 2003 y cuyas ideas acerca de cómo la tecnología debe ser gestionada y económica y cada limitación solo consigue poner un palo en esa rueda"explotada han sido muy influyentes, aumentando el impacto público del software libre y el código abierto. Chesbrough aclara que no hay que confundir innovación con invención: la segunda es la creación de algo nuevo sin necesidad de que ello conlleve un beneficio económico; en cambio, la innovación es la aplicación de las invenciones, de los inventos, precisamente para generar ese beneficio, es decir, contempla su introducción en el mercado. Y en el caso de la innovación abierta, es aquella que las empresas buscan nuevas tecnologías sobrepasando el ámbito de su propia organización y colaboran con socios externos, lo que conlleva la conjunción del conocimiento interno y externo que sirve para consumar proyectos estratégicos de investigación y desarrollo o I+D y mejorar su eficacia. Esta dinámica que espolea el flujo de conocimiento, por otra parte, permite un mejor reparto de riesgos y beneficios con socios externos, y en las propias empresas, una mayor participación de todos los empleados; y si tenemos en cuenta la sensatez del influyente publicista Lluís Bassat al decir que “la creatividad empresarial es la que hace girar la rueda de la economía y cada limitación a la creatividad lo único que consigue es poner un palo en esa rueda”, la innovación abierta es un claro empuje a la creatividad empresarial y, así, del propio desarrollo.

Sin embargo, en honor a la verdad, es importante advertir que el uso del conocimiento externo de “los porteros tecnológicos” ya fue teorizado por Thomas Allen, profesor del MIT, en los años sesenta del siglo pasado, igual que Eric von Hippel, también docente en el MIT, identificó en los ochenta a los usuarios avanzados como un recurso clave para las innovaciones rompedoras.

La innovación con código abierto
El mundo tecnológico actual ha evolucionado de tal manera y tan rápido que su complejidad hace prácticamente imposible que una sola organización, de forma individual, sea capaz de monopolizar el talento, la innovación y los resultados. Hay que olvidarse de los modelos de desarrollo en que una compañía llevar a cabo todos los aspectos de sus productos tecnológicos; ya no son óptimos ni mucho menos viables; están obsoletos. El presente y el futuro de la tecnología se encuentran en la colaboración, precisamente aquello en lo que se basa el software libre, que es el mejor ejemplo de innovación abierta que se puede conseguir, si bien la práctica de la obtención y concesión de licencias para patentes de software, que de libre no tiene nada, también cuadra con la tesis de innovación abierta de Chesbrough, pues sus muestras de intercambio tecnológico también se asientan en gran medida en métodos patentables y las licencias relacionadas que se pagan a organizaciones externas.

En cualquier caso, los hackatones, o sea, encuentros multitudinarios de programadores que se organizan para el desarrollo de software libre como AngelHack, que es el más importante a nivel mundial, sirven de ejemplo de la tendencia colaborativa en la producción tecnológica. Por otro lado, el open source está jugando un papel fundamental en la nube y en el entorno de los dispositivos móviles, convirtiéndose en fuente de soluciones innovadoras para las necesidades de los usuarios. Son los miles de desarrolladores que participan en montones de proyectos distintos de código abierto los que están acelerando la innovación tecnológica, y no sólo numerosas compañías que durante mucho tiempo habían protegido sus códigos con tanto empeño de las miradas ajenas están ahora pasándose al abierto, sino que además están interviniendo en el proceso de desarrollo de una manera muy activa. Los responsables de dichas compañías, comoNoSQL Couchbase, Cloudera Inc. o la gran Red Hat, coinciden en que lo que se acumula con el procedimiento colaborativo acelera la consecución de las características primordiales de los ecosistemas que necesitan para innovar y, así, el código abierto generalmente entrega mejores productos que las alternativas propietarias, y con mayor rapidez; y en que ninguna infraestructura destacada de software como plataforma ha surgido en la última década con la dinámica del código privativo, la cual es una enorme desventaja competitiva que mata la innovación empresarial.

Compañías como Google, que se basa casi por completo en el código abierto,Facebook, que creó la base de datos NoSL Cassandra, o Netflix se percataron de que los proveedores de software ya no podían satisfacer sus necesidades, así que empezaron a elaborar el suyo propio, y los clientes de los proveedores se proveyeron a sí mismos. Siguiendo la idea de que con la apertura de sus invenciones al resto del mundo tienen mucho más que ganar, los usuarios de la tecnología de código abierto son los que están impulsando su desarrollo: la necesidad de que el software sea muy especializado según los propósitos de cada empresa las empuja hacia el código abierto, porque así cuentan con una cantidad más abundante de expertos capaces de solucionar sus problemas.

El nuevo mundo del Big Data
El concepto de “big data” describe de manera algo imprecisa un conjunto valioso y peliagudo de prácticas, técnicas, cuestiones éticas y resultados referentes al acopio de información masiva, los sistemas informáticos que acumulan datos a gran escala y las fórmulas que se utilizan para hallar patrones recurrentes en la inmensidad de esos datos. Estos sistemas, por supuesto, forman parte de las tecnologías de la información y la comunicación,las TIC, que tanta resonancia tienen en la actualidad porque el procesamiento de datos sobre campos grandes y complejos era impensable hasta hace poco tiempo. Se suele mentar en esta cuestión un informe del analista Doug Laney para Gartner de 2001, en el que se habla de características del big data como el volumen (la gran cantidad de datos disponibles para ser analizados), lavelocidad (con la que se produce la recolección de datos) y la variedad (por los distintos formatos de las fuentes de los mismos datos).

La necesidad de las plataformas abiertas de big data se sustenta en el mantenimiento de la innovación que tenga como base la recogida ininterrumpida de información fiable, para lo que se requiere, no sólo la tecnología de procesamiento precisa, sino también un acceso rápido y sencillo a los instrumentos para explorar de forma intuitiva nuevas propuestas de análisis sin barrera alguna: recordemos lo malas que son las limitaciones para la creatividad empresarial. Así que dichas plataformas han de ser transparentes, integradoras, colaborativas, flexibles y veloces, y las más usadas a día de hoy cumplen en general con tales requisitos: Data Analytics, Hadoop & NoSQL, Data Science, Data & the Cloud, Machine Learning, Data Architecture...

No cabe duda de que una de las grandes fuentes de información para el análisis de big data son las redes sociales, pero únicamente acerca del comportamiento y los intereses de los usuarios, algo que anhelan conocer todas las empresas que pretenden venderles sus productos. Para ello existe el social media mining (SMM), es decir, “el proceso de extraer, almacenar, representar, visualizar y analizar datos masivos generados por los usuarios con el objetivo de descubrir patrones significativos a partir de las interacciones sociales en internet”, según lo define un reciente estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona de 2015. Este proceso cuenta con una herramienta fundamental, las API, interfaces de programación de aplicaciones, que establecen conexión con estas, mediante un mecanismo de autenticación y autorización de permisos en el que se implementa el protocolo oAuth (open Authentication), con el cual un usuario le concede a un tercero, proveedor de un servicio o de la misma aplicación, que acceda a sus datos, presumiblemente para utilizarlos según sus intereses comerciales.

Las API de redes sociales más populares son las de Twitter, YouTube, Facebook e Instagram. La más flexible de ellas es la de Twitter, tanto para obtener información gracias a lo pública que resulta como porque permite realizar gran cantidad de acciones propias de la red social, y se sirve de los operadores lógicos OR, AND y NOT en sus búsquedas, que además se incluyen en cuentas concretas. Facebook, pese a que atesora mucha más información de sus usuarios que no es pública, le resulta muy útil para su propia API de anuncios publicitarios, y no lleva a cabo una búsqueda con operadores lógicos ni en cuentas específicas. Youtube es bastante restrictiva en el número de vídeos que proporcionan sus búsquedas, cuyos operadores lógicos, AND y OR, no se encuentran optimizados, y se debe renovar el token de acceso de vez en cuando. E Instagram es la más restringida de todas, pues no permite publicar nuevas imágenes ni comentar, sólo ver la información, sin búsqueda con operadores lógicos y únicamente mediante etiquetas válidas para conseguir resultados eficaces. Así que parece que todavía hay mucho que mejorar en este ámbito.

Fuente: http://hipertextual.com/2015/09/big-data-y-open-source

martes, 29 de septiembre de 2015

Herramientas para Editar vídeos en Internet Gratis Curso en Español



Internet Video es el campo general que se ocupa de la transmisión de vídeo a través de Internet. Video por Internet que existe en varios formatos; más notablemente AVCHD (Advanced Video Codec de alta definición), FLV (Flash Video Format) y MPEG-4 Parte 14 (MP4). Existe video en línea actual a través de varios medios, el más popular es YouTube, que tiene más de mil millones de usuarios únicos visitan cada mes. [1] Sin embargo, hay otras plataformas de vídeo, como Vimeo, que son también populares. Sumado a esto, en los últimos años, la plataforma de vídeo de Internet se ha utilizado para transmitir eventos en vivo. Como resultado de la popularidad de streaming de vídeo en línea, eventos importantes, tales como los debates presidenciales de 2012, se han transmitido en vivo en Internet para que la gente vea. Aparte de esto, el vídeo del Internet ha jugado un papel importante en la industria de la música como un medio para ver videos musicales y ganar popularidad para las canciones.







lunes, 7 de septiembre de 2015

Lawrence Lessig, el padre del Creative Commons, quiere convertirse en presidente de EE.UU




Lawrence Lessig, el activista más conocido de la Cultura Libre, se lanza a un casi imposible crowdfunding sin financiación de lobbies Tiene un extraño plan: llegar al gobierno, aprobar una ley y luego dejarle el puesto a su vicepresidente Marta Peirano

Mientras los candidatos de siempre se pegan como nunca usando eslóganes en Twitter como arma arrojadiza, el profesor Lawrence Lessig planea convertirse en el hombre más poderoso del planeta, cambiar una ley y marcharse. Ese es el plan del abogado activista que se hiciera famoso desmontando el monopolio de la Propiedad Intelectual.

En la última década, el asunto de los derechos de autor ha tenido muchos activistas, pero pocos han sido tan influyentes como Lessig. Para empezar, escribió un libro que cambió nuestra manera de entender la cultura. Su famoso ensayo Cultura Libre analizaba los argumentos que fundamentaron la creación de las leyes de la propiedad intelectual para proteger el acceso y la producción artística, y su accidentado camino hasta el modelo actual, un monopolio controlado por las grandes industrias culturales que regula la creatividad y castiga su consumo. 

Mickey Mouse y el Copyright: historia de un secuestro

Lessig denunció que, cada vez que Mickey Mouse estaba a punto de entrar en el dominio público, el congreso norteamericano aprobaba una extensión del Copyright, para que nadie le haga a la Disney Corporation lo que Walt Disney le hizo al legado de los hermanos Grimm. Once extensiones en cuarenta años en un país donde la industria del entretenimiento tiene una firme influencia sobre el congreso, porque su apoyo es fundamental para cualquier campaña política (ejemplo: Yes We can).

Pero el legado de Lessig se siente especialmente en la creación, en 2001, de una serie de licencias alternativas al "Todos los derechos reservados" llamada Creative Commons. Las famosas licencias CC no fueron las primeras, pero sí las que consiguieron concentrar el apoyo de las principales organizaciones de derechos online y asegurar la compatibilidad de las licencias en cada país, gracias al trabajo no remunerado de cientos de abogados locales. Después de diez años de lucha contra el lobbie del entretenimiento, Lessig empezó a considerar que nadie conseguiría cambiar nada nunca sin desbaratar el sistema de lobbies en general. 

Hoy Lessig es presidente de Creative Commons, miembro del Consejo de la Electronic Frontier Foundation y miembro de la Junta Directiva del Software Freedom Law Center pero, desde 2007, ha abandonado el tema de la propiedad intelectual para concentrarse en una reforma del Congreso. "La palabra de Jefferson de que 'todos los hombres han sido creados iguales' se ha transformado en la de George Orwell: Somos todos iguales, pero algunos somos más iguales que otros" decía en un vídeo que publicó ayer. Porque un pequeño número de personas y organizaciones disparatadamente ricas dominan la política norteamericana y va a presentar su candidatura a las primarias del partido demócrata para quitarles ese poder.

Un plan 'antidemocrático' para salvar la democracia

El plan es renunciar a las donaciones personales que empoderan a los lobbies y los millonarios y dejar la financiación de su campaña en manos de una campaña ciudadana de crowdfunding. Si consigue reunir un millón de dólares para el Día del Trabajo -esto es, el primer lunes de septiembre- sin deberle favores a nadie, se presentará a las primarias demócratas. Y si gana las primarias, volverá a hacer campaña ciudadana hasta convertirse en presidente. Si lo consigue -y este es un gran "y si"- entonces hará las reformas que necesita para sacar al país de su estado de corrupción y, una vez aprobadas, abandonará el despacho oval en favor de su vicepresidente.

Extrañamente, lo que propone no es muy democrático. Porque, si gana, Lessig habría sido elegido democráticamente, pero el vicepresidente lo habría elegido él, convirtiendo la presidencia de los EEUU en un puesto elegido a dedo. En esta entrevista, Lessig dijo que se buscaría un vicepresidente que estuviera muy clara y fuertemente identificado con los valores del partido demócrata". Y mencionó al senador Bernie Sanders.

"Obviamente, incluso si no llego a candidato, tener la oportunidad de mostrar cada aspecto de este problema y explicar la necesidad de devolver la igualdad ciudadana es increíble", aseguraba el abogado y activista". Performance o no, Lessig no es Rodolfo Chiquilicuatre. Y domina naturalmente un lenguaje que para sus adversarios sigue siendo secundario: la Red.

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/fenomenos/Lawrence-Lessig-convertirse-presidente-dejarlo_0_419258330.html